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Friday, January 31, 2014

DESAFIO: SE COMO ENFRENTARTE



 

No importa que tan bien nos hayamos levantado, siempre tenemos que estar alertas y preparados para las “sorpresas” de la vida, las cuales no siempre son agradables. Cuando escribo esto recuerdo por ejemplo el haber llegado algún día al lugar donde trabajaba y cuando menos lo esperaba, un compañero que parecía tener la misión de hacerle difícil la jornada al que pudiera, hacia una de las suyas y por supuesto era difícil dejar de reaccionar  y aunque esa reacción fuera interna, el día de alguna manera parecía perder un poco de su luz.

Como estos son los desafíos de la vida, por lo que  con responsabilidad e inteligencia debemos ponernos una coraza protectora que nos permita detener los dardos dirigidos a nuestro corazón con el fin de quitarnos el gozo.

Estas experiencias sorpresivas y negativas las vivimos a diario bajo cualquier situación y en cualquier lugar. Una respuesta inesperada de nuestro cónyuge, una mirada dura de un hijo, una orden injusta de nuestro jefe, una acción desleal de nuestro compañero de trabajo, una fila interminable en una oficina pública, alguien que te ignora en la iglesia y en fin, la lista no terminaría porque somos muy sensibles y muchas cosas nos pueden afectar negativamente si lo permitimos.

Cuando viajamos, nos preparamos para ese viaje, sabemos las cosas que debemos poner en nuestro equipaje, sabemos bien lo que necesitaremos para nuestra estadía fuera de casa, si vamos a una conferencia seguramente llevaremos el traje adecuado, si vamos a una fiesta familiar también llevaremos el atuendo necesario, jamás viajaremos sin llevar lo que debemos. Esto me dice que si podemos ser tan cuidadosos con las cosas materiales, y si nos preparamos para las cosas externas, con mayor razón debemos cuidar de llevar por dentro lo que necesitamos para enfrentar lo que pueda dejar vulnerable al corazón.

Cuando venga una palabra negativa que te quiera anular, ten listo un pensamiento de Dios para sustituirlo, cuando venga una acción injusta a tu vida, confía en las promesas de Dios, porque recuerda no importa como parezca el camino que te lleve a tu promesa, sino que en el camino te hagas acompañar de Dios, cuando te maldigan, bendice. Debemos cuidarnos por dentro tan bien como lo hacemos por fuera; así como buscamos el vestido adecuado, también busquemos la palabra adecuada que guardara nuestros corazones en el momento justo. Que no te sorprendan y que esas sorpresas no arruinen tu día. Sorprende tú con tu actitud, paciencia, amor y fe, porque si te vistes con estas cosas nadie podrá robarte el gozo jamás.

DALE COLOR A TU VIDA

Reflexiones que nutren el ser interior

Por: Ingeborg Bernhard