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Friday, January 18, 2013

LOS LIMITES SON COMO CEREZA EN UN PASTEL








Que importante son los detalles, la presentación de algo, la manera en que luce, lo atractivo que nos parezca. Por alguna razón existen los adornos, los colores y los diseños, ellos tienen su propósito y razón de ser. Cuando terminamos de hacer algo, además de su buen contenido, queremos que a primera vista llame la atención.

Por esta razón, los diseñadores de ropa adornan ya sea con una flor, un botón, una cinta etc. su pieza, para que cautive la mirada de cualquiera. Los estilistas por ejemplo, usan muchas herramientas para que los cabellos luzcan bellos y por testimonio de sus clientes otros requieran de sus servicios. ¡Ah! Y qué no decir de los que aprendieron el arte culinario, aquellos que no solo saben cocinar sino adornar sus platillos, de tal manera que los venden aun sin ser probados. Imagínate un delicioso pastel con su cereza. Recuerdo que cuando niña le decía a papa como queriendo ganar una competencia a mis 4 hermanos “Papi, yo quiero la cereza” y el como buen papa, me la daba.

Como cereza en un pastel, son nuestras limitaciones. Estas en lugar de ser malas, son el detalle que cautiva la atención de Dios. Porque, si pensamos bien, si no las tuviésemos, no lo llamaríamos y Él no tendría que acercársenos para ayudarnos. Nuestras limitaciones son la invitación abierta que le hacemos a Dios para que esté cerca de nosotros, para que nos ayude, para que trabajemos en equipo, pues si no tuviéramos limitaciones, no tendriamos necesidad de la intervension de Dios.

Como somos seres pensantes, podemos reconocer que no lo podemos hacer todo y que necesitamos ayuda de alguien para lograr nuestros objetivos, sin embargo, muchos insisten en hacer las cosas por su cuenta y terminan agotándose y desilusionándose porque el hombre no se diseñó para funcionar solo ni aislado y mucho menos sin Dios. Los que insisten en creer lo contrario, se tropezaran una y otra vez con un proyecto al que se le acabaron los recursos, porque podrán hacer su mejor parte, pero la parte divina, la parte imposible para ellos, no hay quien la haga sino Dios.

Que no te asusten tus limitaciones; tu encárgate de hacer el trabajo que te corresponde y no te inquietes pensando en la parte que le corresponde a Dios, porque Él es responsable, y sabe hacer las cosas  bien y en su tiempo. Dios nunca nos ha dado testimonio de quedar mal ni de estar demorado. Entonces pon tu atención y tus fuerzas en cumplir con lo que se te asigno y recuerda que cuando comiencen tus limitaciones, es cuando debes descansar y no preocuparte más, pues es entonces donde termino tu trabajo y comienza la intervensión divina, la que te da la seguridad, pues Dios tiene el control.

“El caballo se alista para el día de la batalla más Jehová es el que da la victoria”. Proverbios 21:31

Alístate para cumplir con tu parte del proyecto y no te preocupes por nada más; porque Dios ya tiene la parte que le corresponde terminada y si aún no lo ves, es porque está sometida a un día y a una hora en Su calendario, el día en que le sacaras el máximo provecho y lo disfrutaras más. Dios conoce ese dia y sabe bien cuando llegara, y como lo sabe, no dejara que nada lo eche a perder. Confía en tu Padre a quien puedes decirle “Papa yo quiero la cereza” porque El té la dará.


DALE COLOR A TU VIDA
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard