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Friday, November 02, 2012

NO SEAS ESCLAVO DE LO QUE SIENTES

       


 
 

         
Que difícil es practicar la paciencia pues vivimos en un mundo en el que sentimos que todo debe ser rápido, la sensación es como que nos están empujando y todo lo hacemos corriendo. Comemos sin disfrutar la comida, trabajamos y a veces ni almorzamos, porque estamos tan afanados que separarnos de nuestra computadora representa perdida de tiempo. Estamos parados en la fila y nos desesperamos, y si estamos en medio del tráfico el mundo se nos viene abajo y nos molestamos.

Cuando estas cosas nos suceden perdemos la calma y el buen humor, y empezamos a agredir a los que se encuentran cerca, así sufre nuestra pareja, nuestros hijos y hasta los amigos, porque aunque uno no quiera, el verse en medio de una situación en la que la impaciencia hace perder los estribos nos pone nerviosos.

No es cierto, que a veces preferimos callar porque sabemos que si decimos algo inapropiado podemos recibir una descarga que nos lastime el corazón. Muchos andan así todo el día, optando por callar aunque desea decir muchas cosas pero el temor a la reacción de los impacientes les hace apartarse a un mundo solitario en el que hablan con ellos mismos y en ocasiones con Dios.

¡Ah! Cuantas veces nos ha asaltado el deseo de salir rápidamente de un automóvil, o irnos a refugiar a la casa de un amigo o vecino porque la situación en el lugar en donde debería reinar la paz y deberíamos sentirnos cómodos se vuelve insoportable y casi siempre es por presiones externas que no tienen nada que ver con nosotros.

Algunos se dejan llevar por la impaciencia y su carácter se vuelve irritable y pronto se da cuenta que se ha quedado solo porque nadie quiere ser golpeado por palabras llenas de rabia y frustración. Nos conviene entonces aprender la paciencia, cambiar nuestra mentalidad y saber que estamos en un mundo en donde todos tendremos que esperar porque no somos los únicos y debemos vivir en armonía. Todos esperamos, todos nos fatigamos, todos estamos de prisa, así que mejor esperar en calma que protestando y golpeando los sentimientos de nuestro prójimo.

Vivamos la vida de una manera mas agradable, acondicionemos nuestra mente y corazón de tal manera que esperemos con paciencia nuestro momento porque con ella o sin ella siempre tendremos que esperar y esperar enfurecido en nada cambia la espera y es mas la hace peor.

Ejerzamos dominio propio, hagamos lo que debemos hacer y no lo que queremos hacer porque de no hacerlo así estaríamos siendo esclavos de nuestros sentimientos en lugar de que seamos nosotros los que los gobiernen a ellos.

Veamos lo que dice la Palabra como una solución para ejercer dominio propio en 1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”

Podemos hacerlo, el poder nos lo da Dios, pero la decisión la debemos tomar nosotros. No alejes a los que amas con tu mal carácter e impaciencia, trátalos bien para que deseen estar cerca de ti porque les ofreces amor, seguridad y respeto.



¡DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard