Una vez puede ser no suficiente para
aprender la lección, algunos aprenden más fácilmente que otros, a unos les
tomara una experiencia para pasar la asignación, a otros les tocara repetir la
clase para ser promovido a otro nivel. ¿A qué grupo pertenecemos nosotros? ¿Al
de los que aprenden rápido o al de los que necesitan más de una desilusión para darse
cuenta que se equivocaron?
A veces insistimos en conseguir algo que
no nos conviene y perdemos en ello nuestras energías y nuestro tiempo, cuando
en lugar de pecar de ingenuos deberíamos abrir bien nuestros ojos y agudizar
los sentidos para que con una buena dirección y con una buena actitud,
cambiemos de rumbo y dirijamos nuestros pasos a lo que si nos conviene. No es difícil
darse cuenta de cuando algo no nos hace bien, porque cuando luchamos por algo
que no nos pertenece lo más probable es que perdamos la paz, mientras que por
el contrario cuando algo nos queda a la medida y si Dios nos lo asigno, se lograra
sin mayor contratiempo y aunque los hubiese, tendremos paz.
En algunos lugares a los que insisten en algo que no les
conviene les llaman tercos, pues se están haciendo daño y siguen ignorándolo porque
es más fuerte su necedad que las consecuencias aunque estas sean dolorosas. Muchas veces como muchos ignore el consejo de
los que me amaban y no es difícil imaginar que no me fue bien. Así nos pasa a
muchos que sabiendo que el consejo bien intencionado viene de alguien que nos
ama y nos quiere ahorrar dolor, optamos por no tomarlo en cuenta y aceptamos el
desencanto que hiere el corazón.
¿Hemos revisado últimamente nuestras
metas? ¿Estamos correctos en la búsqueda de nuestros sueños? Es importante
evaluar nuestros proyectos porque tenemos que saber de antemano que lo que
anhelamos es alcanzable y nos hará bien. Se hace necesario calcular las
herramientas con las que contamos, los Dones que tenemos y la bendición que
necesitamos para que como lo hace un buen viajero, partamos seguros a la
aventura correcta.
¿Queremos vivir tranquilos, sin
sobresaltos ni dolores de cabeza? Aprendamos a escuchar a quienes nos aman, no
andemos como solos, pensando que lo sabemos todo y que no nos podemos
equivocar. Muchas veces escuche este refrán: “Cuando el rio suena, piedras trae”,
lo que nos invita a revisar bien, a ser precavidos y prudentes antes de tomar
una decisión importante en nuestras vidas.
“Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que
seas sabio en tu vejez. Muchos
pensamientos hay en el corazón del hombre; más el consejo de Jehová
permanecerá.” Proverbios 19:20-22
Se prudente, no te metas en problemas, no
te compliques la vida, aprende a escuchar a quien te ama y desea tu bien.