Mi querido amigo, en el mundo tendremos
aflicciones pero debemos confiar en Dios. Cada día nos sorprende una mañana envuelta
en la luz hermosa del Sol, esto es un regalo de Dios. No debemos dejar que los
afanes nos impidan ver las cosas buenas que nos rodean. No se si te das cuenta
que hay cosas que tenemos frente a nosotros y que no disfrutamos, no nos
detenemos a contemplarlas para encontrar virtud en ellas.
Estamos tan acostumbrados a nuestro
entorno que ya no apreciamos todo lo hermoso que tiene, cada cosa fue creada
para nosotros con amor. Ser agradecidos en lugar de ser quejumbrosos hará que
nuestra vida sea mejor, pues cuando hay gratitud en nuestro corazón, aunque
tengamos necesidad de algo, nos guardara en completo gozo.
Aprendí a dar gracias al Señor al abrir
mis ojos cada mañana, porque solo el hecho grandioso de estar viva, es una bendición,
lo demás tiene solución. Los retos se pueden vencer mientras hay vida, y en
lugar de preocuparnos por ellos, debemos hacer como esas pequeñas aves que
prefieren confiar en Dios, a ellas las azota el clima pero no se ven
preocupadas, es porque seguramente a pesar de él, tienen un lugar donde
refugiarse.
¿Por qué no aprender de ellas, y buscar
nuestro refugio en Dios cuando sintamos que nos azotan situaciones que no
sabemos como resolver? Deberíamos guardar la calma porque el mal tiempo no dura
para siempre y un día nuevo tiene que llegar. Conserva la paz, no te inquietes
por cosa alguna, las adversidades tienen dos cosas; nos hacen más fuertes y nos
acercan más a Dios.
Disfruta el día de hoy, recuerda que el
futuro solo Dios lo conoce, vive con intensidad el momento y aquello que no te
permite apreciar tus bendiciones, no lo cargues contigo, mejor entrégaselo a
Dios.
A
la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.
(1 Pedro 5:7)…
No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; (Filipenses 4:6)
(1 Pedro 5:7)…
No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; (Filipenses 4:6)
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard