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Friday, December 14, 2012

GRATITUD = ANTIDOTO CONTRA LA TRISTEZA






Hay días que uno no quisiera  vivir, momentos difíciles, eventos dolorosos, incidentes que pueden cambiar nuestro destino y circunstancias que nos rompen el corazón. Cuando esto nos acontece, nos abandona la alegría y no hay nada que pueda evitar que sintamos dolor y tristeza.

La perdida de un ser querido, el duelo, la partida de alguien importante como los hijos, los padres o un buen amigo puede trastornar nuestro ánimo lanzarnos en un pozo profundo de desesperación en donde la tristeza según nosotros, sea nuestra única compañera. Cuando vivimos eventos como los que menciono, las cosas que antes nos causaban alegría son ignoradas, no prestamos atención a nada y el desanimo nos gobierna.

¿No será que se nos acabó la gratitud o simplemente no la manifestamos como se debe? Sera acaso que nos volvemos injustos y teniendo tanto lo ignoramos. En esos días en los que sentimos en nuestro pecho algo así como un peso que a veces no podemos describir por no saber quizás  porque esta ahí, es cuando debemos contar nuestras bendiciones y si somos honestos pensar en lo que antes no teníamos y ahora tenemos, o en lo que disfrutamos y otros no tienen oportunidad de hacerlo, o en los momentos inolvidables y buenos que la vida nos ha brindado nos hará bien.

¿Que sientes cuando con alegría y mucha ilusión le regalas a un ser querido algo con el deseo de hacerlo feliz, pero la respuesta no es la que esperabas? Seguramente sentirás mucha desilusión porque tu deseo era provocar una sonrisa, una exclamación de alegría o una expresión de amor. Pues en estos días he pensado en ese detalle mucho porque cuando nos dejamos atrapar por la tristeza, es como que una venda no nos dejara ver todo lo que tenemos, nos volvemos un poco desagradecidos y no disfrutamos lo que con tanto amor nos ha dado Dios.

Es cierto que es inevitable saborear la perdida en algunos momentos de la vida, pero en medio de esta circunstancia, aun el Señor nos sigue haciendo bien. Aunque seamos heridos, él nos sana, aunque seamos decepcionados, el sigue siendo Fiel, aunque nos acusen y nos juzguen él es nuestro abogado, aunque nos rechacen él nos brinda sus brazos amorosos, aunque nos abandonen el seguirá estando con nosotros, aunque nos duela él nos consuela, aunque nos sintamos débiles Él nos fortalece aunque sintamos temor, él nos protege, aunque nos sintamos perdidos y desamparados Él nos muestra el camino y nos pone en lugar seguro.

La gratitud es tan importante en los momentos tristes porque ella nos ubica en el lugar correcto y nos hace ser objetivos. Nos hace apreciar lo que tenemos y la queja tiene que enmudecer para dar lugar a expresiones de agradecimiento. Es probable que tu animo no este para decir nada, pero si en obediencia y en entendimiento somos agradecidos, eso le agradara al Padre y honrara nuestra actitud porque el entiende que no es fácil expresarla cuando el corazón esta acongojado.

En lugar de decir por que se fue y ya no lo tengo, di gracias porque lo disfrute y lo tuve, gracias por el tiempo regalado, gracias por la oportunidad, gracias por los recuerdos gratos, gracias por la alegría que nos brindo, gracias porque nada de esto merecí sin embargo Señor tu lo otorgaste.

"De cierto, de cierto os digo que vosotros lloraréis y lamentaréis; pero el mundo se alegrará. Vosotros tendréis angustia, pero vuestra angustia se convertirá en gozo.

La mujer, cuando da a luz, tiene angustia, porque ha llegado su hora. Pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda del dolor, por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo.

También vosotros, por cierto, tenéis angustia ahora; pero yo os veré otra vez. Se gozará mucho vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.

En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dará.

Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo." Juan 16:20-24


DALE COLOR A TU VIDA
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard