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Wednesday, December 12, 2012

CAMBIOS, QUE FEOS SON.







Algunas personas dedicadas a la investigación dicen que para sentirse cómodo en una situación nueva, nos tomaremos unos 21 días más o menos, durante los cuales viviremos momentos en los que queramos abandonar y volver a nuestro estado anterior.

Las mujeres que hemos pasado por un embarazo sabemos bien las etapas que vivimos durante 9 meses hasta el momento de dar a luz a esa personita que se convirtió en nuestra alegría y bendición, sin embargo ninguna dirá que fue fácil el proceso. Hubo momentos en el cual el cuerpo dándose cuenta de que algo extraño se gestaba en el, provoco los mas desagradables malestares, entre ellos náuseas y vomito.

 Otras mujeres sufrieron mareos, dolores de cabeza, cambio de temperamento y sintieron repulsión por todo lo que antes gustaban, pero después de dar a luz a ese pequeño ser que ilumino su vida; el dolor quedo atrás y hasta se dispuso a sufrirlo nuevamente con tal de vivir tal alegría; el nacimiento de un hijo.

Pues así mismo son todos los cambios, ¡ah! que feos son a veces y que incomodos de vivir, tanto es así que abrimos los ojos y quisiéramos retroceder el tiempo para no tener que enfrentarlos. Un nuevo trabajo, una nueva escuela, nuevos compañeros de clase, un nuevo vecindario, una nueva casa, una nueva ciudad, nuevas personas en tu vida, nuevas costumbres y si continuo, la lista seria interminable. 

Es normal sentir que se nos dio vuelta nuestro mundo, pues no se pueden dejar las cosas en el olvido como si no hubiesen significado nada para uno, así que algo dentro de nosotros, se encuentra en una lucha por adaptarse y por ser feliz, pero eso lleva su tiempo, no se impone ni sucede instantáneamente, sobre todo cuando lo que se deja es importante y muy amado.

¿Cuantas veces quisimos desistir en un proyecto que emprendimos y no lo hicimos y ahora estamos bien? ¿Cuantas veces abandonamos algo y ahora nos preguntamos que hubiese pasado si no lo hubiésemos hecho? Vale la pena el proceso aunque este nos cause malestar y tristeza, pues para crearse un ambiente cómodo hay que vivir algunos retos que probablemente no nos causen placer.

 No tengas duda de que todos los que hoy se desenvuelven cómodamente donde están también tuvieron que pasar por un proceso, pero ahora disfrutan el precio que pagaron por su comodidad y bienestar.

¿Estas pasando uno de esos momentos difíciles en los que quieres abandonar todo? Date una oportunidad, sigue intentando unos días más y veras que poco a poco iras sintiéndote mejor y quien sabe si este episodio no sea el que has estado esperando toda tu vida para llevarte a los lugares que siempre has anhelado.

 Prueba un poco mas, pues con probar no se pierde nada, pero podrías estar ganando mucho. Sé paciente y confía en la fortaleza que te da tu Dios para atravesar este momento difícil que vives porque al final del camino esta lo que haz estado buscando esperando por ti.

Números 11:4-6 narra la historia de los Israelitas en el desierto, cuando estos se encaminaban a la tierra prometida. Ellos atravesaban por un cambio, se sintieron incomodos, quisieron rendirse en el camino y dijeron:

 « ¡Quién nos diera carne! 
¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto! ¡También comíamos pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos!  Pero ahora, tenemos reseca la garganta; ¡y no vemos nada que no sea este maná!»

Recordemos el fin de ellos, es cierto que atravesaron momentos difíciles, pero al final Dios les dio lo que prometió. Atravesemos nuestro desierto llenos de fe y confiando que al final del proceso tendremos bendición.


DALE COLOR A TU VIDA
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard