Hay momentos en los cuales nos sentimos impotentes, solos, y sin fuerzas. Es en esos momentos en los que vemos la mano de Dios pronta para ayudarnos. El vendra en nuestra ayuda, porque somos sus hijos y nos ama.
Dios sabe que somos fragiles y debiles, y que hay cosas que no sabemos como enfrentarlas y mucho menos superarlas. El, tal y como hacemos los que somos padres, cuando nuestros pequenos hijos, dan sus primeros pasos, inseguros, torpes e interrumpidos; esperara para intervenir, y lo hara asi, porque es necesario que usemos nuestro potencial y los recursos que nos ha dado. Dios hace esto, con el fin de fortalecernos y prepararnos para nuevos y mayores retos.
Es cuando hayamos hecho un esfuerzo genuino, cuando cumplamos con lo que nos corresponde, y hayamos ejecutado nuestra parte, que Dios vendra como un Padre Bueno y Amoroso, para hacer aquello que nosotros no podemos. El quiere ensenarnos las lecciones, que mas tarde nos mantendran lejos del peligro y nos evitaran dolor.
No hagamos mas larga la espera, cumplamos con lo que nos corresponde a nosotros, y Dios se encargara de hacer lo que le corresponde a El.
DALE COLOR A TU VIDA
Reflexiones que nutren tu ser interior
Por: Ingeborg Bernhard