No recordamos cuantas veces hemos dicho ¿porque
a mi? y nos parece que los eventos que vivimos son los mas difíciles que
alguien puede soportar y que nadie lleva carga mas grande que la nuestra.
En realidad no es así, siempre hay
alguien que sufre más, que tiene más dificultades, que carece de cosas que
nosotros disfrutamos, pero como no estamos en su lugar no lo sentimos. Nos
duelen nuestras dificultades, y las cargas que llevamos son las que pesan, nos
duelen también las cargas de los que amamos, pero ignoramos que hay muchas
personas que ni siquiera tienen a alguien que se identifique con ellos porque
no tienen ni familia ni amigos.
Pensando en todas las cosas que desconocemos y todos
los sufrimientos que no vivimos por la gracia y misericordia de Dios, debemos
tener un corazón agradecido y al mismo tiempo disfrutar de todo lo que tenemos. Desde el momento en que
por la mañana abrimos nuestros ojos y tenemos conciencia de que podemos respirar y ver a nuestro
alrededor todo lo que poseemos una expresión de gratitud debe ser pronunciada
por nuestros labios y atesorada en nuestro corazón.
Ayer pensé que seria bueno darle gracias
a Dios por los pequeños detalles, por aquellas cosas que pasamos desapercibidas
porque estamos tan acostumbrados a tenerlas que no sentimos la necesidad de dar
gracias a Dios por ellas. Asumimos que por ser pequeñas no son importantes, sin
embargo muchos no gozas de ellas, así que vi las paredes y le di gracias por
los colores de ellas, puse las manos en cada objeto que encontraba a mi paso y
me alegraba porque fue Dios el que los concedió, agradecí por cosas que nunca había
agradecido como los adornos de mi casa los vasos, los platos, los libros, las lámparas
porque en el mundo hay muchas personas que viven en lugares remotos que jamás
han visto lo que mis ojos ven ni han tenido lo que tengo.
Debemos aprender a no quejarnos tanto, es
cierto que hay días mas difíciles que otros pero si retrocedemos el tiempo nos
daremos cuenta hemos vivido situaciones mas difíciles que las
presentes pero de todas ellas nos ha librado el Señor. Cambiemos nuestra manera
de hablar, expresemos más nuestra gratitud y desechemos la queja, disfrutemos
lo que tenemos y no estemos tristes por lo que aun no tenemos. Lo que tenemos
hoy es lo que Dios nos ha concedido, seamos felices y saquémosle provecho a todo
lo que poseemos. Tengamos lo necesario y con lo que no necesitamos bendigamos a
otros pues ellos realmente lo apreciaran.
Hoy es el día que debes ser agradecido,
aun cuando estés pasando por una dificultad, piensa en las muchas cosas y
bendiciones que tienes y no en lo que estas viviendo o en lo que te esta
faltando. Se acerca el día en el que se celebra el día de dar gracias, comienza
hoy a repasar con tu mirada todas y cada una de tus bendiciones y a llenar tu corazón
de alegría y gratitud para con tu Señor. A Él le agradara verte feliz y es posible
que diga, como mi hijos disfruta de todo lo que le doy, seguiré añadiéndole bendición.
1 Tesalonicenses 5:18 dice: ” Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de
Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
