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Sunday, September 23, 2012

ES SOLO POR SU GRACIA


 


Es probable que tú hayas dicho de ti que no podrás, porque uno por mas que lo intente no puede ignorar las cosas que ha hecho mal. Cada vez que nos equivocamos sufrimos en nuestro ser interior y nuestra estima es lastimada. Levantarse no es fácil pero es una acción necesaria y digna de alabar, porque no es hipocresía aceptar los errores, los pecados cometidos y estar dispuestos a humillarse para poder continuar. Solamente una persona valiente y humilde puede realizar tal acción.

Muchos no pueden levantarse después que han tropezado y se han lastimado porque su orgullo no se los permite ya que es difícil aceptar cuando uno cree que por uno mismo tiene algo bueno que ofrecer que se fallo. "Como es posible que me haya equivocado" es lo que suelen decir aquellos que sienten que son tan buenos que haber fallado es inaceptable, imposible y que no tiene perdón. La falla de otros puede ser que la comprenda, pero la falla propia no.

Una persona en esta condición, sabe que Dios le perdona, también es capaz de perdonar, pero perdonarse a si mismo es algo que a menos que abandone el orgullo no podrá lograr. No es que sea insensible, a ella le importa la vergüenza, la perdida y el dolor, pero piensa que la manera no de remediarlo pero de pagar por su error es latigueándose constantemente, y cerrándose todas las puertas que le ofrezcan bendición.

¿Que sucede con esta persona? Ella se rindió, abandono la carrera, piensa que no merece llegar a la meta y su castigo es ser únicamente espectador. Estos razonamientos son destructivos, llenos de mentiras y solo añaden pesar porque no son felices ni se dan otra oportunidad. ¡Esa es su decisión!

No es uno ni dos, son muchas las personas valientes que al reconocer su débil humanidad, en lugar de resistirse, se rinden pero no a la desesperanza, se rinden a Dios y dejan de luchar en contra de ellos mismos reconociendo que es cierto, fallaron, pero le dan el lugar a su Señor, saben que su poder es grande para restaurar, restituir y sanar. Mujeres y hombres que hoy admiramos, más de una vez se equivocaron, pero en las manos de Dios terminaron confiados en que el que una vez comenzó la obra en ellos la terminara.

No te dejes engañar, todos nos hemos equivocado, las vergüenzas las llevamos todos, algunos públicamente, otros en su interior calladamente pero todas ellas nos alejan de Dios. Ninguno es mejor que otro, lo que existe es alguien mas rendido que otro a su Creador. Eso es lo que necesitas, no te niegues a disfrutar lo que te queda de vida, levanta tu rostro y mira a Dios, nadie tiene derecho a juzgarte pues en algún momento también fallo.

Se te ha olvidado que tienes un Dios Bueno, recuerda que no es porque merecemos que nos da todas las cosas sino porque nos ama; es solo por Su gracia que nos salvo.

"En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de Su gracia"
(Efesios 1:6-7).

No pierdas mas el tiempo castigándote y negándote a toda experiencia buena, Dios te perdono solo falta que lo hagas tú y con el perdón te des otra oportunidad, te puedes sorprender de las cosas grandes que el Señor hará con las experiencias que te causaron dolor y que pueden ser para otros de mucha bendición.


DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard