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Monday, September 17, 2012

AY NO, OTRA VEZ EL BERRINCHE





Debemos revestirnos de mucha paciencia con los niños porque si no se les enseña desde chicos, serán como esos caballitos desbocados que no tienen freno. No es difícil ver niños correteando por todos lados, haciendo rabietas y perturbando a los mayores, pero eso no es falta de ellos sino de los adultos que no se toman el tiempo necesario para enseñarles como debe ser su comportamiento.


Cuando abandonamos a nuestros hijos a las niñeras, las maestras y la televisión y nos hacemos a un lado esperando que otros les enseñen todo, estamos cometiendo un grave error que después lamentaremos, pues los hijos son responsabilidad de los padres y aunque otros tengan la buena voluntad de ayudarnos, no pueden hacerlo todo porque les faltara la autoridad, una que solamente los padres ejercemos sobre los hijos.

 
Que molesto es oír a los niños lloriqueando caprichosamente por cuanto juguete ven, pataleteando y exigiendo a gritos lo que se les antoja, es mucha la vergüenza que pasan los padres y la molestia que sienten los espectadores, pero la única manera de evitar estos episodios molestos para todos, es cumpliendo nuestro deber haciendo una labor comprometida y llena de amor en casa, pues los malos comportamientos no los debemos arreglar en la calle, sino en la intimidad de nuestros hogares, para no hacer pasar vergüenza a nuestros hijos y para evitarnos un mal momento.


No abandones a tus hijos, ensénelos a obedecer desde sus primeros días, pues de no hacerlo así, luego lo lamentaras tu y lo lamentaran ellos. Ahórrales muchos dolores, y ensénales que obedecer es conveniente, hace bien y trae muchas bendiciones.

 
Transmítelo a tus hijos y entiéndelo bien, que obediencia no es regaño, obediencia es bendición, Dios nos dejo el manual de instrucciones por amor, para que lo siguiéramos, lo ensenáramos, para que no pasemos verguenzas, nos conduzcamos como es debido y para que nos vaya bien en todo lo que hagamos

No delegues tu responsabilidad de padre a nadie, ese es un regalo de Dios quien confio en ti para que fueras buen mayordomo de tus hijos y a nadie mas que a ti te preguntara que hiciste para educar a tus hijos.

 

"Instruye al niño en su camino y aunque fuere viejo no se apartara de el"
Proverbios 22:6




DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard