Translate Into Another Language

Tuesday, August 07, 2012

EL AMOR NO PERJUDICA AL PROJIMO SINO QUE BENDICE





¡Bendigo tu día, que sea un día de cosas nuevas y agradables, que todo lo que haga sea de ayuda a muchos,  le doy gracias a Dios por ti!
Este mensaje cariñoso es lo primero que vi cuando desperté esta mañana, y me sentí animada, contenta y feliz  de tener el favor y el amor de personas muy importantes para mí. Mi día comenzó bien, lleno de luz, de ánimo, de bendición, porque cuando uno se siente amado, admirado y respetado, tenemos que sentirnos agradecidos con la vida y con Dios.
Reflexionando en esto, pensaba en tantas personas que se despiertan tristes, solas, angustiadas y sin deseos de vivir. Lo único que sienten es temor y falta de propósito, algunos van más allá en su imaginación y creen que nadie los quiere aunque esto no sea realidad. Pero por supuesto hace mucho bien que personas significativas para uno nos manifiesten su cariño de una manera o de otra, sin embargo no siempre sucede así.
Hay una formula que no falla, y esta es que aprendiendo a dar, estaremos haciéndonos un favor y construyendo relaciones fuertes, saludables y sinceras. Desde que conocí esta bendita formula, la aplico para todo, me di cuenta que si yo manifiesto cariño, respeto, admiración a mi prójimo, no tardare en recibir lo mismo de ellos; así es que fortalezco mis relaciones y me siento satisfecha, porque en realidad no puedo decir que cosecho mal, pues mis hijos me admiran, confían en mi, me respetan y me aman, mis amigos me consideran y se sienten confiados cerca de mi, y mi esposo sabe que cuenta con todo lo anterior y con mi amor, mi amistad y el respeto que nos ha fortalecido siempre y ha sido el fundamento solido para construir una relación fuerte y sana sin olvidar que Dios es el centro de nuestras vidas.
Nunca compito con los que amo porque somos de un mismo equipo, nunca golpeo su dignidad ni les humillo porque hacerlo seria hacérmelo a mi misma, ellos saben que han recibido siempre apoyo, consideración, cuidado y sobre todo amor, y esta formula jamás me ha fallado.
No pruebes otros métodos para ganarte el cariño de los demás, no es con imposiciones, no es por la fuerza, ni por el maltrato, no es con exigencias ni groserías, no es pretendiendo tener derechos ni queriendo demostrar que eres mejor, no es con dinero, no es con gritos, ni con sospechas, solamente es con amor, que serás objeto de amor.
Cambia la manera si la que usas es errónea, comienza a amar de la misma manera en la que quieres que te amen, da lo mejor de ti para que también lo recibas, se considerado, no humilles ni maltrates ni con hechos ni con palabras porque las palabras penetran el corazón y cuando son mal dichas lo lastiman y dejan una herida que luego es difícil de sanar.
¿Porque amamos a Dios? Porque Él nos amó primero, así nos enseno la manera de entrar en lo más profundo del corazón de aquellos que son de nuestro interés. Haz lo que El hizo, da lo mejor de ti, entrégate por completo, no dudes ni tengas temor, que aunque los demás por un tiempo no te correspondan, al final de alguna manera veras el poder tan grande que tiene el amor. 

 Te puedes llevar una gran sorpresa, amar no importando las circunstancias, amar incondicionalmente, en las buenas y en las no tan buenas, es como tomar la medicina que sana  todas las enfermedades, en algún momento del tratamiento te devolverá la salud. Cuando te dedicas a amar, en algún momento, el amor te sorprenderá y te llenara, porque recuerda, dando es como recibimos, esta formula jamás cambia ni se altera, siempre da resultado.

 Amar es una decisión y un compromiso, no es un sentimiento unicamente, los sentimientos pueden cambiar con las circunstancias, mientras que el amor comprometido y decidido, perdura para siempre porque no depende de lo que recibamos, pues esta clase de amor es el que ha aprendido a dar.


"Ama a tu prójimo como a ti mismo. El amor no perjudica al prójimo." Romanos 13:9b-10a


"En esto se mostro el amor de Dios para con nosotros: En que Dios envió a Su Hijo unigénito, para que vivamos por El. En esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 1ra de Juan 4:9-11




DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
 
Con especial gratitud y carino a mi esposo, a mis hijos y a mis amigos