Muchas cosas no nos convienen pero insistimos en hacerlas, atentamos contra nuestra vida a diario exponiéndonos a peligros innecesarios. Las estadísticas son enormes de accidentes provocados por irresponsabilidad, muchos jóvenes ya no están entre nosotros por actuar temerariamente ya sea por la presión de los amigos o simplemente por demostrar que son capaces y con esto esperan ganar popularidad.
Adultos no son la excepción, también son seducidos por cosas que parecen un juego y cuando menos lo esperan están sumergidos en una situación delicada de la cual no saben como salir. Hoy en día se ha vuelto tan popular por ejemplo la comunicación vía textos telefónicos, y por curiosidad, ansiedad o por lo que sea, ignoramos lo delicado que es realizar esta actividad ,que bien puede esperar unos momentos, mientras conducimos.
Las drogas son un peligroso enemigo también, pero las malas influencias, la presión del grupo y la falta de atención de los padres, llevan a nuestros hijos a aventurarse en este mundo que no promete nada bueno y por el contrario conduce a la destrucción. Debemos estar alertas, poner atención a las señales que indiquen que algo no esta bien, el alcohol, las drogas, la falta de instrucción acerca del uso de la tecnología, pero sobre todo la falta de temor a Dios, son enemigos poderosos que a diario atentan contra la seguridad de nuestras familias.
No seamos indiferentes a lo que sucede a nuestro alrededor, protejamos a nuestras familias orando por ellas, teniendo buena comunicación y haciéndoles sentir amados e importantes, porque lo que no encuentren en casa seguramente lo buscaran fuera de ella, y los vacíos que provoque nuestra falta de interés, serán llenados lejos del hogar, no siempre por cosas buenas.
No esperemos que en la calle se nos eduque a nuestros hijos como esperamos, si no estamos dispuestos a hacerlo nosotros en el hogar, después no nos lamentemos ni nos preguntemos que paso. Siempre es mas facil desplazar nuestra responsabilidad a los maestros, amigos, familiares y hasta vecinos, pero los únicos responsables de modelarles una vida sana y con valores morales a nuestros hijos somos los padres.
No esperes hasta que la situación se vuelva tan difícil que ya no tengas control, empieza temprano a ensenarles a los tuyos que hay una manera sana, noble, respetable y buena de vivir, pues esto te evitara mucho dolor.
"Instruye al nino en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartara de el." Proverbios 22:6
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
