Una de estas mañana un comentario que escribió mi hijo menor, Eduardo Aleksandr me hizo pensar en que el tenia toda la razón de expresar lo siguiente: “La música no es la misma, todo es por el éxito comercial en lugar de por el arte y los apasionados fans detrás de ellos, solo unos pocos allá afuera realmente hacen música por ellos y por los fans que les siguen, y no por negocio. Es una pena que los tickets para oírlos en concierto sean tan altos, entiendo que debe haber ganancias pero, ¿desde cuando la música se volvió un negocio?
Estoy totalmente de acuerdo con mi hijo
que a pesar de su juventud entiende que las cosas buenas se han comercializado
y han perdido su verdadera esencia. La música que uno disfrutaba anos atrás se
ha quedado en el olvido, la poesía, la sensibilidad, el verdadero arte, el
mensaje honesto y positivo están desapareciendo poco a poco y lo que mas
escuchas son mensajes que te invitan a
pecar, la letra romántica y tierna, cambio por mensajes de sexo y violencia,
los ritmos y las armonías que tocaban las fibras de tu corazón, se han vuelto
golpes y ruidos a los que yo no llamaría música, y nuestros hijos brincan extasiados
al compás de esos ruidos ensordecedores.
¿Que dirían los verdaderos músicos? aquellos
que como David expresaban las palabras mas amorosas, tiernas y respetuosas a Dios,
quien era su inspiración, pienso que se escandalizaría, y le pediría a El que
tuviese compasión de los insensatos que irresponsablemente contribuyen a que
quienes escuchan sus interpretaciones vacías y negativas sean influenciados por
mensajes que en lugar de enriquecer el ser interior, los confunden y los desvían
del buen camino y los invitan a caer en tentaciones que pueden llevarles a
correr grandes peligros y hasta perder la vida.
De verdad que es un asunto serio e
insensible, el que el amor por el dinero, el poder y la fama, haya arrastrado
al hombre a caer tan bajo que ya no haya pudor ni temor y que no les importe a
algunos expresar y difundir mensajes tan deprimentes y destructivos. Le damos
gracias a Dios que ese pequeño grupo que aun queda de personas que lo que
buscan sean movidos por el amor y el deseo de edificar y expresar el talento verdadero que Dios les dio, aquellos
que procuran enviar un mensaje de esperanza y amor; a estas personas bien intencionado
es a quienes hay que apoyar porque su mensaje es verdadero, lleno de esperanza y su influencia es
para bien.
No apoyemos lo que tarde o temprano nos hará
daño, apoyemos lo que realmente tiene valor, no hagamos como dice el refrán popular:
“Al son que me tocan bailo” sino que estemos alertas y no nos dejemos arrastrar
por las corrientes de la moda y el momento, defendamos nuestra integridad y la
de nuestros hijos, porque mientras escuchen malos consejos aunque sea de manera
disimulada, sus vidas estarán en peligro.
Salmos muy conocidos como el 23 es
un canto de consuelo y confianza a Dios:
“Jehová es mi pastor nada me faltara, en lugares de
delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreara,
confortara mi alma…”
El Salmo 100 es una
manera de dar gracias a Dios:
"(4) Entrad por sus puertas con accion de gracias, y a sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre, (5) Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones."
El Salmo 118:24 es un canto feliz y nos
ayuda a recordar que debemos estar contentos porque Dios hizo todas las cosas:
“Este es el día
que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en el."
Estos Salmos muestran a un Dios amoroso,
bondadoso, cariñoso, dadivoso, excelente, fabuloso, generoso…mensajes que dan
confianza y paz. Este tipo de mensaje es el que deberíamos seguir escuchando a través
de los artistas y medios de comunicación para nuestro bien y el bien de
nuestros hijos.
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
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