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Thursday, September 20, 2012

COMO VASTI O COMO ESTHER?


 
 
En ti puede haber una Vasti o una Esther depende de lo que tú decidas hacer.

La Reina Vasti muy orgullosa, altiva, soberbia y desobediente, opto por ignorar a su esposo el Rey Asuero, ella abuso de su confianza, le avergonzó y no pensó en la consecuencia de su rebeldía, por lo cual mas adelante, cuando el Rey Asuero decide olvidarse de ella y buscarse otra esposa aparece Esther, una doncella gentil, agradable, prudente y humilde quien inmediatamente se robo el corazón del Rey.

En la actualidad y en nuestros hogares, puede encontrarse uno de los dos tipos de mujeres; una arrogante, orgullosa, quien no honra a su esposo. Ella piensa que es la única que siempre tiene la razón y la que merece todas las cosas. Ve con menosprecio a su pareja porque se cree mejor.  Lejos de ser inteligente, peca de ignorante, porque lo único que hace con esa actitud rebelde, es poco a poco perder el amor, el respeto y la admiración de quienes la rodean, no importando que tan bella sea. Una mujer virtuosa es como la Biblia relata a Esther; cuando no importando de donde venga, que posee, ni que apellido o titulo tenga, sabe ser una mujer llena de gracia, cariñosa, atenta, respetuosa, prudente y gentil; la mujer que todo esposo necesita para estar feliz y no anhelar a nadie más, una mujer idonea, una mujer con las virtudes de Esther.

¿Como estamos edificando las esposas nuestros hogares? ¿Vivimos sumidas en el pleito, el resentimiento, la venganza, el engaño, y la indiferencia? Es muy doloroso decirlo, pero no hay quien resista por mucho tiempo un ambiente hostil en donde la prepotencia y el desamor esta presente en todo instante.

Es nuestra responsabilidad sembrar el bien, para cosecharlo de la misma forma, es indispensable admirar, respetar y amar a nuestra pareja, para que en el hogar haya armonía y para que esta armonía nos haga sentir cómodos y contentos con lo que tenemos. Las conductas groseras y abusadoras tanto de parte de la mujer como de la del hombre, no terminan bien, tarde o temprano tendrán un desenlace doloroso.

Lo  más inteligente es dar lo mejor de uno, no estar tan preocupados esperando que nos den, sino tener la iniciativa de dar primero, pues todo lo que se trata con amor, termina sintiéndose amado y respondiendo bien, aunque al principio no se vea resultado. Con amor se ganan las grandes batallas, no es queriendo demostrar con gritos y actitudes arrogantes quien es el mejor.

 Si te han ofendido perdona, porque si no se perdona, una relación jamás será saludable y es probable que termine mal,  si en realidad quieres salvar una relación, debes dejar atrás el pasado y sanar tus heridas porque alguien enfermo, termina por perder la vida.

Siempre hay tiempo para mejorar; sientes que las cosas no marchan como lo deseas, comienza corrigiéndote tu, cambia tu actitud, siembra bien, no devuelvas mal por mal y como leemos en “Hechos 20:35b… recuerda las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.”


DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard