En ti puede haber una Vasti o una Esther
depende de lo que tú decidas hacer.
La Reina Vasti muy orgullosa, altiva, soberbia
y desobediente, opto por ignorar a su esposo el Rey Asuero, ella abuso de su
confianza, le avergonzó y no pensó en la consecuencia de su rebeldía, por lo
cual mas adelante, cuando el Rey Asuero decide olvidarse de ella y buscarse otra
esposa aparece Esther, una doncella gentil, agradable, prudente y humilde quien
inmediatamente se robo el corazón del Rey.
En la actualidad y en nuestros hogares,
puede encontrarse uno de los dos tipos de mujeres; una arrogante, orgullosa,
quien no honra a su esposo. Ella piensa que es la única que siempre tiene la razón
y la que merece todas las cosas. Ve con menosprecio a su pareja porque se cree
mejor. Lejos de ser inteligente, peca de
ignorante, porque lo único que hace con esa actitud rebelde, es poco a poco
perder el amor, el respeto y la admiración de quienes la rodean, no importando
que tan bella sea. Una mujer virtuosa es como la Biblia relata a Esther; cuando no
importando de donde venga, que posee, ni que apellido o titulo tenga, sabe ser una
mujer llena de gracia, cariñosa, atenta, respetuosa, prudente y gentil; la mujer que todo
esposo necesita para estar feliz y no anhelar a nadie más, una mujer idonea, una mujer con las virtudes de Esther.
¿Como estamos edificando las esposas
nuestros hogares? ¿Vivimos sumidas en el pleito, el resentimiento, la venganza,
el engaño, y la indiferencia? Es muy doloroso decirlo, pero no hay quien
resista por mucho tiempo un ambiente hostil en donde la prepotencia y el
desamor esta presente en todo instante.
Es nuestra responsabilidad sembrar el
bien, para cosecharlo de la misma forma, es indispensable admirar, respetar y
amar a nuestra pareja, para que en el hogar haya armonía y para que esta armonía
nos haga sentir cómodos y contentos con lo que tenemos. Las conductas groseras
y abusadoras tanto de parte de la mujer como de la del hombre, no terminan
bien, tarde o temprano tendrán un desenlace doloroso.
Lo más inteligente es dar lo mejor de uno, no
estar tan preocupados esperando que nos den, sino tener la iniciativa de dar
primero, pues todo lo que se trata con amor, termina sintiéndose amado y
respondiendo bien, aunque al principio no se vea resultado. Con amor se ganan
las grandes batallas, no es queriendo demostrar con gritos y actitudes
arrogantes quien es el mejor.
Si
te han ofendido perdona, porque si no se perdona, una relación jamás será saludable
y es probable que termine mal, si en
realidad quieres salvar una relación, debes dejar atrás el pasado y sanar tus
heridas porque alguien enfermo, termina por perder la vida.
Siempre hay tiempo para mejorar; sientes
que las cosas no marchan como lo deseas, comienza corrigiéndote tu, cambia tu
actitud, siembra bien, no devuelvas mal por mal y como leemos en “Hechos
20:35b… recuerda las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más
bienaventurado es dar que recibir.”
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard