Translate Into Another Language

Tuesday, January 29, 2013

ABURRIDO Y SIN NORTE











Muchas personas andan por el mundo, aburridas y sin muchas expectativas acerca de la vida, dicen que ya lo han probado todo y que nada les satisface. Estas personas se sienten vacías, todo les da igual y no hay nada que los alegre.

Cuando amanece el día su panorama es semejante al de ayer. No hay cambios que les entusiasmen porque viven sin propósito alguno. Andan a la deriva y su barco no tiene brújula que les dirija a un puerto seguro. Lo mismo les da si es de día o de noche, o si su barco atraca en un puerto o se queda en alta mar.  El viento los arrastra para donde sopla más fuerte y vive dando tumbos si tener  donde descansar.

La rutina los tiene atrapados en un mundo sin motivación, porque viven aburridos y sin saber para donde van. Todos necesitamos dirección, un norte a donde destinar, un proyecto que nos mantenga entusiasmados, una razón que nos mantenga vivos, una esperanza que fortalezca nuestra fe. ¿Quiénes son los que se aburren si no aquellos que no tienen dónde ir ni qué hacer? Los que caminan en un letargo somnoliento pensando solo en ellos, aquellos a los que su egoísmo los aísla y no son capaces de ofrecer nada a los demás.

Se mueren de tristeza porque no han aprendido a dar, viven ensimismados y en su aislamiento los consume la soledad. Es que Dios no nos creó sin un propósito, pero  el caballo sin rienda se desbocara, y no es sino bajo la instrucción de su amo que su camino no perderá. Sus vacíos se deben a que sin Dios nada pueden hacer, pues nada que fue creado puede andar lejos de su creador.

¿Quieres disfrutar de verdad  la vida y que te vaya bien? Acércate al que te creo, pues El si conoce tu destino y la razón por la que te formo. No andes solo, porque el que anda solo fácilmente se extravía, ese fue el caso de Eva en el Edén, que por andar sola oyó una voz que la sedujo y la engañó.

“Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, «todo» lo que quieran pedir se les concederá. (Juan 15:5-7 NVI)

Pídele a Dios que cambien la tristeza en gozo y que en lugar de vivir en una constante oscuridad, puedas ver pronto el amanecer que trae cosas nuevas y buenas para el que así lo cree.


DALE COLOR A TU VIDA
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard