Cuantas veces añoramos tiempos pasados,
cosas que quisiéramos volver a vivir. Creemos que nunca más seremos tan felices
como entonces y eso nos lleva a la nostalgia, a pensamientos que nos dicen que
aquel entusiasmo, jamás lo volveremos a sentir. Todos gozamos momentos lindos
que solemos recordar, experiencias que se quedaron grabadas en nuestra mente y
que por ser tan buenas pensamos que nunca nada las podrá superar. ¡Ah! Pero quiero decirte que aunque Dios te regalo
esas vivencias inolvidables y gratas, Él las puede superar.
Hablando hace un rato con una pareja muy
querida, me decían que hacía unos años habían vivido los mejores momentos de su
vida sirviendo al Señor y con mucha prudencia tuve que decirles, “no; esos
fueron momentos lindos, y muy buenos sí, pero Dios jamás va mermando, sino
creciendo en su bondad y generosidad; los mejores momentos de su vida, no son
aquellos, sino los que vienen, porque ahora los apreciaran más.”
Yo entendí muy bien lo que quisieron
decirme porque cuando uno es interrumpido por cualquier razón en lo que ama y
hace, queda un vacío grande en el corazón. Algo similar vivimos mi esposo y yo,
y cada día que pasa nos sorprende más que aquello que pensábamos era lo mejor,
ahora es tan remoto, porque hemos probado algo superior. Jamás Dios nos llevara en retroceso, pues El
siempre tendrá algo nuevo que llene nuestras expectativas y añade a ellas algo
que nos sorprenderá. Mi esposo y yo no recordamos ningún episodio en el que
Dios nos haya dado menos de lo que ya teníamos, pues Él siempre, nos ha
bendecido con más.
¿Vives triste por algo que ya paso o algo
que no se pudo dar? Pon atención a lo que te digo, lo que te espera te va a
sorprender, es algo que ni siquiera imaginas, pero que te hará muy feliz. En
estos días vivo una experiencia que me llena de gozo, Dios me ha sorprendido
una vez más, con un sueño muy grande que por grande jamás pensé alcanzar, pero
a él le agrado concedérmelo pues como un Buen Padre que es, no escatima nada
por ver a su hija feliz.
Una cosa te digo, el sueño más grande que
tienes, no es lo que Dios te dará, porque tus pensamientos grandiosos a Él le son pequeños, pero los
que El piensa ni siquiera los puedes imaginar. Así que mientras tú pides una cosa,
Él te concede dos, pues es generoso y no le cuesta trabajo dar.
Genesis 28:15 "He aqui yo estoy contigo, y te guardare por donde quiera que fueres, y volvere a traerte a esta tierra; porque no te dejare hasta que haya hecho lo que te he dicho."
Es un error pensar que Dios ya termino con nosotros porque una circunstancia nos lo quiera gritar, pues cuando algo sale mal en un proyecto, El no lo dejara olvidado, El lo mejorara. Piensa en esto: No sera sino hasta que haya cumplido lo que te prometio, que seguira trabajando en ti para darte algo mejor.
DALE COLOR A TU VIDA
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
