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Wednesday, September 05, 2012

SI NO TE RINDES NO PUEDES FALLAR






Todos tenemos sueños pero no todos los alcanzamos porque lograr lo deseado requiere perseverancia y tenacidad.

Cada evento que concluimos, cada capitulo terminado, nos empuja a proponernos nuevas metas, el hombre no fue diseñado para estancarse y comprometerse con la rutina pues esto tarde o temprano terminara por cansarlo y lo llevara a sentir un profundo vacío por la falta de propósito.


Cuando nos proponemos nuevas metas debemos considerar que habrá momentos en los que las fuerzas nos faltaran, y en los que todo nuestro esfuerzo parecerá haber sido en vano;  es en esta etapa en la que muchas personas pierden el ímpetu y desisten de su anhelo por triunfar porque perdieron la fe.

A algunos deportistas les pasa, quienes sintiéndose derrotados antes de terminar la carrera, bajan la guardia y comienzan a aminorar el paso, pero los verdaderos deportistas luchan hasta el final y llegan a la meta no importa en que lugar.

No es difícil comportarnos como Tomas el discípulo de Jesucristo, que necesito ver para creer: "hasta que no meta mis dedos en sus llagas y mi mano en su costado no creeré" (Juan 20:25), cuando lo que necesitamos es llenarnos de fe.

En Hebreos 13:1 la Biblia nos recuerda  "Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

 Antes de emprender una nueva carrera, un nuevo reto, debemos acondicionarnos para que en la ausencia de señales de éxito y en la presencia de obstáculos, sigamos creyendo en nuestro corazón que alcanzaremos lo que deseamos.

Muchos han abandonado la carrera cuando están a punto de lograr llegar a su final. No importa que tu paso hacia la meta sea lento y que no puedas avanzar como deseas, lo realmente importante es perseverar, porque solamente el que lo hace así lo puede lograr.



DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard