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Thursday, September 13, 2012

QUE EL MIEDO NO TE DETENGA

 
 
 

Tenemos muchos sueños que se quedan en eso, solo sueños, porque a pesar de que poseemos talentos, los ignoramos y pensamos que no estamos dotados de la suficiente capacidad para realizarlos.
Nos pasamos la vida admirando a los que alcanzan sus metas en lugar de imitar su valor, porque mucho tiene que ver la falta de éxito con el temor a tratar, no hemos dado un paso cuando ya estamos pensando que no podremos y aun sabiendo que tenemos un Dios Todopoderoso que nos ama y que nos ayuda en todas las cosas, nos falta fe y preferimos dar un suspiro nostalgico que accionar.
No tenemos limites si estamos seguros y confiados en que Dios nos acompaña en cada momento, tal ves lo que necesitemos es asegurarnos que Dios esta con nosotros y que todos nuestros planes descansan en El. Ese es el primer paso a dar en el camino que nos dirija a nuestros anhelos mas profundos; que estemos seguros que el que sabe todas las cosas esta de nuestro lado y que va delante de nosotros para guiar nuestro camino.
El temor pone lazo como leemos en la palabra, lo que el hombre teme eso le acontecerá, si tu no crees en ti mismo difícilmente otros lo harán, tienes que crecer  en confianza en ti y en lo que te dice el Señor: "Yo estare contigo como Poderoso Gigante" y una vez que lo hagas debes iniciar tu viaje confiado y seguro de que el que todo lo puede abrirá las puertas que tenga que abrir. Tu trabajo será agradarle, y dejarte guiar, activar tu fe y caminar en obediencia. No tienes que correr; da un paso, luego otro y luego otro, y ten tu mirada puesta siempre en Dios y en tu objetivo. No escuches a los que te digan que no se podra, tu continua avanzando porque tarde o temprano llegaras.
Proverbios 3:5-6.- “Confía en el Señor totalmente, no en tu propia sabiduría.”



No emprendas el camino solo, sino que dejate dirigir por el mejor compañero de viaje, y él te ayudará a vivir rectamente y te llevara a los lugares que tu corazon mas anhela.
 
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren tu ser interior
Por: Ingeborg Bernhard