¡Es cierto que Dios nos quiere prosperar en todas las cosas!
Tenemos un Dios bueno y justo que desea siempre nuestro bien, él quiere que en todo lo que emprendamos tengamos éxito, que vivamos una vida decorosa, que tengamos lo necesario para sentirnos contentos y agradecidos. Tener dinero no es malo como algunos nos hicieron pensar, hay quienes se han confundido piensan que la solvencia económica es falta de humildad. Por mucho tiempo pensamos que esto era una verdad, pero nos hemos dado cuenta que no es así.
La humildad es una virtud moral, por la que el hombre reconoce que por si mismo no tiene nada y todo es don de Dios. Uno puede tener posesiones y ser exitoso en los negocios y seguir siendo humilde. Sin embargo el problema viene cuando el hombre se afana en tener, tener y tener, cuando no descansa por estar pensando en como adquirir mas, cuando abandona las cosas realmente importantes por su deseo insaciable de tener posesiones, no importándole todo lo que tendrá que sacrificar.
Así se levanta todo el día, prácticamente se vuelve esclavo de sus deseos, no piensa más que en producir o maquinar para obtener ganancia, y llega un punto en el que piensa que su felicidad y la solución a sus problemas descansan en cuanto dinero posea. En este punto es cuando el dinero es idolatría, pues se le ha dado el lugar en el corazón que únicamente le corresponde a Dios. El hombre se olvida del Dador de las riquezas para poner su confianza en las riquezas.
El asunto es del corazón, este se ha arrodillado al dinero y se ha alejado de Dios, y llega la codicia, lo cual es un vicio que atraviesa los limites de lo ordinario y termina por hacer esclavo a cualquiera que ha caído en el. La avaricia también manipula con engaños y no se puede detener en su afán de atesorar riquezas; el que tal cosa práctica corre peligro y piensa que la felicidad tiene conexión con lo material y se olvida de Dios.
El amor al dinero, aleja a su victima de todo lo verdadero y bueno, de su familia y de Dios, y cuando menos lo piensa esta metido en un camino oscuro, peligroso, cada vez mas tenebroso, lleno de vicios y quebrantos a la ley, del que solamente podrá salir cuando rinda su vida a Dios.
El amor al dinero conduce a la maldad. Está en la Biblia:
1 Timoteo 6:10, "Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores".
No podéis servir a Dios y a las riquezas". 1 Timoteo 6:9, "Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición".
Pon tu corazón y tu amor en Dios y no en el dinero antes de que sea demasiado tarde y te metas en problemas, porque recuerda: "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". Mateo 6:21, trabaja decorosamente para tener lo que deseas, pero nunca relegues a Dios a un lugar remoto en tu corazon para poner a alguien o algo en el lugar que solo le corresponde a El.
¡DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
