Dios me sorprende todos los dias; mis pensamientos no son
los de El! Siempre que pido algo a Dios
me doy cuenta, que El me da mas de lo que espero. Dios tiene algo mejor y mas
grande para mi, de lo que yo puedo pensar e imaginar. Me deja sin palabras, supera
mis expectativas, me asombra Su Bondad y Su Generosidad; Dios no escatima nada
para bendecirme. Me siento tan agradecida
con el Senor Jesucristo porque no es como los hombres, que no estando acostumbrados
a ofrecer lo mejor, muchas veces dan de lo que les sobra, o no necesitan.
Equivocadamente algunas personas piensan que la
acumulacion de cosas materiales, les hara prosperos, ignorando la ley de la
siembra y de la cosecha, en la que se nos ensena, que dando es como recibimos. No
se en que momento comenzamos aprender mal, pero lo cierto es, que una vez lo
hacemos, se vuelve una costumbre que creemos es normal.
Mientras mas egoista se vuelve el hombre, mas se aleja de
ser prosperado. Jesucristo estuvo
dispuesto a darlo todo por nosotros, y con su entrega, llego su gloria. Como
esperamos ser entonces prosperados si no hemos aprendido a dar con alegria y
generosidad? Para alcanzar lo anhelado,
hay cosas que debemos hacer, pues las cosas apreciadas no se alcanzan accidentalmente,
sino que se deben provocar.
Que nos ensena esta reflexion? Que mientras no aprendamos
a dar, no nos acercaremos a nuestros suenos y que debemos dar generosamente,
para que en su momento tambien generosamente recibamos.
Es bueno recordar que lo que no usamos se arruina, y que
podemos decidir darle un destino util a
lo que tenemos. Lo que para nosotros es innecesario, para otros puede ser de
mucha estima, y bendicion. No
desperdiciemos la oportunidad que tenemos a diario de dar, no de lo que no nos
gusta, no queremos, o no apreciamos; demos lo mejor, asi como lo hizo Dios, para que cuando recibamos no
digamos, se me dio muy poco.
Recuerda que en la medida en la que des, asi tambien
recibiras.
“No os
engañéis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Galatas 6:7
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
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