Hay momentos en los que estamos tristes y no sabemos que decir, cuando te suceda esto, solo alaba al Senor, quisas es el momento de agradecer y no pedir, de guardar silencio y escuchar. Tenemos a veces la costumbre de hablar todos la la vez y al final nada de lo dicho se comprende, saber escuchar es importante, porque en el silencio hay respuestas que en el bullicio no se entienden.
Quisas no tienes fuerzas y tu debilidad te paraliza, talves la confusion no te permite ver lo que necesitas, entonces descansa y sigue alabando, porque es seguro que Dios te esta hablando.
En el silencio se escuchan cosas que cuando hablamos no podemos, el alma a veces necesita un descanso y es en la quietud donde encontramos fortaleza, porque cuando a Dios oimos, seguros nos sentimos.
Es ciertos que hay momentos en los que nos cansamos, es que el dolor agota si por largo rato lo abrazamos, es mejor entonces dejar que nos ayuden, compartir la carga nos ofrece calma. Dios esta dispuesto siempre para ayudarnos, pero a veces no lo dejamos aunque lo tengamos. Si hoy hay algo que aflige tu alma, mejor reposa y entregale a Dios tu carga.
Dios es nuestro amigo, a El le duele nuestra herida, por eso es que nos pide que a El nos acerquemos, porque sabe que si en el confiamos reposara nuestra alma.
"En la quietud y en la confianza estara tu fortaleza" Isaias 30:15
"El lloro puede durar toda la noche, pero por la manana viene el gozo" Salmo 30:5
DALE COLOR A TU VIDA!
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
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