¿Tienes proyectos que iniciaste un día
pero que no has logrado terminar? ¿Sabes que son buenos pero hay algo que no te
ha permitido culminarlos? Eso exactamente me pasó a mí. Hace un tiempo comencé a
escribir un libro que titulamos: “No Soy Victima, Soy Señal” y lo termine, sin
embargo algo dentro de mi sabía que su conclusión debía ser otra porque Dios
iba añadiendo bendición a mi vida que debía incluirse y yo no lo había hecho, no
porque no quería hacerlo, sino porque no sabía cómo. Pero una de esas
madrugadas en las que te despiertas conectado al Espíritu Santo, en la que te
tienes que levantar porque hay algo que no puede esperar porque está por
gestarse, la conclusión del libro giraba en mi cabeza y me senté a escribirla y
así supe que al fin estaba terminando este proyecto de Dios
Lo
que aprendí de esta experiencia es que las cosas no se dan cuando uno las
desea, sino en el tiempo perfecto de Dios. Por alguna razón El detiene el paso
hacia nuestros sueños y siempre esto será para mejorar lo que ya tienes, nunca será
para quitarte, o darte menos, siempre será para prosperarte y darte lo que no
te imaginas; en mi caso la mejor conclusión, en el tuyo puede ser, el mejor
hombre o la mejor mujer, el mejor trabajo, el mejor negocio, la salud total, la
mejor casa, la mejor oportunidad.
Así es que la espera no nos debe causar
inquietud, miedo ni frustración, sino más bien debe causarnos expectativa, gozo
y confianza, porque ¿no es cierto que preparar un manjar toma más tiempo que
comer una comida rápida? No sé si tú has estado esperando por algo, no sé si
iniciaste algo y por más que lo intentas no lo terminas, no sé si te has
cansado de esperar, o tal ves piensas que debes abandonar o dejar de soñar, lo
que se con certeza es que si sigues amando tu sueño, creyendo que Dios te lo
dio y teniendo la motivación correcta, una que lleve bendición a tu prójimo y
no sea egoísta, el tiempo que Dios tiene señalado llegará y verás materializado
el proyecto que un día nació en tu corazón.
No termines tus proyectos solo y sin
ayuda de Dios, porque eso no te permitirá disfrutar de todo lo que Dios quiere añadir.
Lo que debes hacer es lo que te corresponde a ti y luego sentarte a hacer una
sola cosa, esperar con fe que Dios añada todo lo que haya de añadir, porque
solamente así será un proyecto completo que te llenará y no uno mediocre en el
que pongas tu esfuerzo y no lo puedas disfrutar.
Recuerda que los últimos detalles son los
que harán de algo una obra maestra, pues como cuando ves una película buena
hasta antes de su final y este no te satisface porque te da sensación de que el
escritor se cansó de escribir, así quedaran nuestros proyectos si no dejamos
que la mano de Dios, el Director ponga el punto final.
En Génesis 2:2 vemos que el proyecto de
Dios también tomo tiempo para terminarlo. No porque él no podía hacerlo en un día,
sino porque cada día tenía un propósito y él iba añadiendo a su proyecto bendición.
“El Séptimo día Dios había terminado la
obra que hizo, y reposo en el séptimo día de toda la obra que había hecho”
Genesis 1:1-31; Genesis 2:1-3
Día Uno
- Noche y Día, día Dos - Cielo y Mar, día Tres – Árboles, día Cuatro - Sol y Luna, Día Cinco - Pescados y Aves, día Seis -
Hombre y animales, día Siete – Descanso.
No te afanes, porque tu proyecto está prosperando,
no sé en que etapa vaya, pero sé que llegara el día de descanso.
DALE COLOR A TU VIDA
Reflexiones que nutren el ser interior
Por: Ingeborg Bernhard
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